Eduardo
Úrculo
Eduardo
Úrculo, uno de los mejores valores de la vanguardia artística española,
el gran pintor del pop español, nació en Santurce (Vizcaya) el 21
de septiembre de 1938, falleciendo en Madrid el 31 de marzo del año 2003.
En 1941 su familia se establece de manera definitiva en Sama de Langreo, de donde
se considera natural y donde transcurre su infancia. Abandona los estudios de
Bachillerato y, a los catorce años, se pone a trabajar en la empresa minera
Carbones de La Nueva, S.A., donde su padre está empleado como administrativo.
Pasa un año en la cama, enfermo del pulmón y de hepatitis; es entonces
cuando decide hacerse pintor. Vuelve a su trabajo como ayudante de topografía
y pinta en su tiempo libre.
Unos
años más tarde, hace varios comics para el diario «La Nueva
España» de Oviedo. En 1957, Úrculo lleva a cabo su primera
exposición en el Hogar del Productor de La Felguera (Langreo), y con una
subvención del Ayuntamiento de Langreo se muda a Madrid para emprender
estudios de pintura, asistiendo a las clases nocturnas del Círculo de Bellas
Artes de Madrid.
Un
año después, se marcha a París, donde se matricula en la
Academia de la Grande Chaumière de Montparnasse. En 1959 figura en el Salon
National de Beaux Arts, mientras cuelga sus cuadros en algunas de las más
importantes galerías parisinas. Desde entonces viaja incesantemente (París,
Oviedo, Tenerife, Marbella, Madrid, Suecia, Dinamarca, Ibiza, Nueva York...),
lo que le permitió conocer a grandes artistas del siglo XX y enriquecerse
personal y pictóricamente.
Su evolución, materializada en su
pintura, sus grabados y sus esculturas, se refleja en las numerosas exposiciones
individuales, colectivas y bienales en que participa en España, Alemania,
Francia, Cuba, Irán, Estados Unidos, etc.
Sus obras se muestran en
los museos de arte moderno más importantes del mundo y figuran en las más
importantes colecciones particulares de Europa y América. En 1993 el Centro
de Arte Moderno Ciudad de Oviedo (CAMCO) organizó una muestra retrospectiva
de su obra.
El crítico de arte Jesús Villa Pastur dejó
dicho que Eduardo Úrculo resume en su obra los contenidos ideológicos
y las tendencias pictóricas avecindadas en España durante las últimas
décadas.
En su carrera artística destacaron, sobremanera, sus
desnudos, maletas y sombreros. «En todas sus actividades plásticas,
los paisajes urbanos y los autorretratos reflejan la nostalgia creativa del artista,
que trata de plasmar sus viajes imaginarios reflejando la soledad. Habitaciones
de hotel donde no faltan el sombrero y la maleta, son los elementos que identifican
sus vanguardistas bodegones. Así, objetiviza la sociedad eliminando lo
accesorio mientras capta el bullicio, la velocidad, la pluralidad y el desorden
de las grandes urbes |